Hemos ido extraviando nuestra humanidad. La vida de hoy, completamente rodeada de tecnología se ha ido convirtiendo en una vida cada vez mas individual. Hemos ido perdiendo nuestra capacidad de contacto, la importancia de las relaciones personales, de la cercanía, nuestra capacidad de asombro, en fin hemos perdido nuestra humanidad.
En el mundo que hoy vivimos es cada día más difícil fortalecer nuestra humanidad. La competitividad, la presión por ser cada día más productivos, mejores, socialmente más importantes nos alejan a cada momento más, de nuestro prójimo y de nosotros mismos.
Para recuperar nuestra humanidad hay varios puntos importantes. El primer paso sería recuperar nuestra capacidad de sentir placer, es decir de disfrutar nuestra vida, de las cosas cotidianas, de nuestras relaciones personales. Gozar de los momentos que compartimos en familia. Es necesario volver a escuchar nuestro cuerpo, a sentir nuestro ritmo y esto solo lo podemos hacer desde el amor, la paz y el silencio. El amor es la fuerza que nos mueve, es el motor de nuestro desarrollo, por lo que debemos reinventar todo los que nos rodea, nuestra vida y nuestras relaciones basándonos siempre en el amor.